En los últimos años, un número creciente de estudios se ha centrado en el impacto del cannabis en los adolescentes, con un enfoque particular en los efectos del THC, el principal componente psicoactivo del cannabis, en el cerebro en desarrollo. Se sabe que el THC en el cannabis actúa sobre los receptores endocannabinoides en el cerebro, entre los cuales los más importantes son los receptores CB1, que son cruciales para procesos cognitivos como la memoria, la atención y las funciones ejecutivas. Desafortunadamente, el cerebro adolescente aún se está desarrollando, y el uso temprano de cannabis puede causar cambios duraderos en la estructura y función del cerebro.
Afinamiento de la corteza frontal y su impacto en las capacidades cognitivas
La corteza frontal, región del cerebro responsable de la toma de decisiones, el control de impulsos y la regulación emocional, es una de las últimas áreas en madurar en el cerebro humano. Según numerosos estudios, los adolescentes que consumen cannabis regularmente están expuestos a un riesgo significativo de afinamiento de esta región cerebral. El afinamiento de la corteza está asociado con una menor flexibilidad cognitiva, una disminución en la capacidad de toma de decisiones y un menor éxito en las funciones ejecutivas, que son esenciales para el funcionamiento exitoso en la sociedad.
Una de las funciones más importantes de la corteza frontal es el proceso de "poda sináptica", donde se eliminan sinapsis excesivas para mejorar la eficiencia de las redes neuronales. En los jóvenes usuarios de cannabis, el proceso de poda sináptica puede verse interrumpido, dejando al cerebro en un estado de "sobrecarga neuronal", que interfiere con el enfoque y la concentración. Los investigadores han encontrado que el THC promueve la apoptosis o muerte programada de microglía: las células del sistema inmunológico del cerebro, que son cruciales para mantener un entorno neuronal saludable. El daño a las microglías debido al THC complica aún más la poda sináptica, lo que puede tener consecuencias a largo plazo para la salud mental de los adolescentes.
Predisposiciones genéticas y trastornos psiquiátricos potenciales
Aparte de su impacto en la corteza frontal, las investigaciones han demostrado que el THC puede aumentar el riesgo de desarrollar trastornos psiquiátricos en los jóvenes, especialmente en aquellos con predisposiciones genéticas. Un estudio realizado en ratones con predisposición genética a la esquizofrenia mostró que la exposición al THC provoca cambios en la estructura y función de las microglías, lo que lleva a mayores dificultades en el comportamiento social y la memoria. Estos hallazgos confirman que el contacto temprano con el THC puede tener efectos a largo plazo en el desarrollo de síntomas neurológicos y psiquiátricos en los jóvenes usuarios.
Consecuencias a largo plazo de los productos de cannabis cada vez más potentes
Los cambios en la legislación en América del Norte han permitido la legalización del cannabis en muchos estados, lo que ha llevado a la aparición de productos con un alto contenido de THC. Hoy en día, la concentración promedio de THC en los productos disponibles comercialmente supera el 20 %, mientras que los concentrados a menudo son varias veces más fuertes, alcanzando hasta el 76 %. Esta tendencia expone a los jóvenes usuarios a efectos psicoactivos más potentes, lo que puede llevar a graves consecuencias a largo plazo, incluyendo una reducción en las capacidades de aprendizaje, deterioro de la memoria y disminución de la motivación, conocido como síndrome amotivacional.
Uno de los problemas clave del uso de cannabis entre los jóvenes es la disminución de la percepción de la nocividad de esta droga, lo que a menudo conduce a un aumento en la frecuencia de uso entre los adolescentes. En el contexto de la salud pública, se vuelve crucial aumentar la conciencia sobre las consecuencias y advertir a los jóvenes sobre los posibles efectos nocivos antes de que el uso de cannabis se convierta en un hábito con graves consecuencias para su desarrollo cognitivo y social.
Dado que el cerebro adolescente es particularmente sensible a las sustancias psicoactivas, se necesitan más investigaciones para aclarar la relación entre los altos niveles de THC y los posibles trastornos a largo plazo. Tal conocimiento es esencial para crear medidas de salud pública que protejan a las nuevas generaciones de los riesgos asociados con el uso de cannabis durante las etapas de desarrollo sensibles.
Fuente: Université de Montréal
Hora de creación: 25 octubre, 2024
Nota para nuestros lectores:
El portal Karlobag.eu proporciona información sobre los eventos diarios...
¡Te invitamos a compartir tus historias de Karlobag con nosotros!...